El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo
es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial.
Es una jornada que se ha utilizado habitualmente para
realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales a favor de las clases
trabajadoras por parte, fundamentalmente, de los movimientos socialistas,
anarquistas y comunistas, entre otros.
Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados
Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la
jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el
1 de mayo de 1886, donde 200 000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que
otros 200 000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro. A partir de
entonces se convirtió en una jornada reivindicativa de los derechos de los
trabajadores en sentido general celebrada en mayor o menor medida en todo el
mundo.
Los hechos que dieron lugar a esta celebración están
contextualizados en los albores de la Revolución Industrial en los Estados
Unidos.
La revolución industrial indudablemente trajo consigo un
desarrollo inusitado de la economía y de la tecnología pero paralelamente a ese
desarrollo, se trasladó el esquema de trabajo de la sociedad agrícola en donde
todo el núcleo familiar participaba del proceso productivo al nuevo modo de
manufactura en las fábricas, en donde el obrero estaba sujeto a una jornada de
trabajo de doce horas continuas, sin descanso y trabajando en serie. En las
fábricas trabajaban por igual hombres, mujeres, niños y ancianos, pero a
diferencia del trabajo rural en donde cada cual adaptaba su productividad a sus
fuerzas y posibilidades, en el nuevo modo de producción, los procesos de
manufactura en serie exigían un horario común a toda la cadena. Así se mantuvo
por años un esquema de explotación y un horario de trabajo extenuante de doce
horas; que impedían por un lado la integración del trabajador a su núcleo
familiar, la recuperación física del obrero y el disfrute del tiempo libre.
Nos hemos acostumbrado a una jornada laboral de 8 horas,
tanto, que inconscientemente nos olvidamos que no siempre fue así. Antes de eso
las jornadas eran de 18 horas, aunque hoy nos resulte espantoso. En estas
mismas fechas hace aproximadamente 120 años un grupo de personas y dirigentes
luchaban valientemente para hacerlo posible.
Lorena Benito