Esta última semana hemos estado hablando en clase sobre el
Romanticismo, durante los siglos XVIII y XIX, concretamente del tema del amor,
que no siempre se orienta a formar una familia.
Este concepto de familia tradicional que lleva cientos de años
aceptada, ha cambiado de forma muy importante en los últimos cincuenta años, y
en la actualidad podemos encontrar familias formadas por una sola figura
paterna, parejas homosexuales, heterosexuales de distintas culturas, separados
o divorciados, con hijos de varias parejas, adoptados, etc. Este nuevo concepto tan
diferente al de toda la vida, se va asumiendo poco a poco por la sociedad
actual, aunque hay sitios donde cuesta más por motivos religiosos, culturales,
o simplemente por el lugar en el que viva (pueblo o ciudad).
En relación a las parejas homosexuales, no están reconocidas
como matrimonio en muchos estados, y menos aún como matrimonio religioso. Desde
mi punto de vista, respeto que haya personas del mismo sexo que quieran formar
una familia. En la familia tradicional siempre se le ha dado mucha importancia
a la figura de los dos progenitores, el padre traía el dinero a casa y
representaba la autoridad y la madre era la encargada de la crianza
y el hogar. A mí ésto me parece importante pero no imprescindible, ya que en la
actualidad los papeles de la figura paterna y materna están más compartidos, y
en las familias en las que falta algún referente de un determinado sexo lo
asume otro familiar próximo.
En nuestra sociedad actual todavía hay una tolerancia
relativa a estos tipos de familia, la monoparental con hijos adoptados o la
unión de diferentes razas y culturas están más aceptadas que las parejas del
mismo sexo. Yo pienso que es algo que deberíamos admitir como normal, aunque a
veces nos llame la atención. En general sigue habiendo muestras de
intolerancia, pero esto pasará. En el tema hemos visto que besarse en público
estaba muy mal visto, sin embargo ahora lo vemos por la calle, y nos parece
algo normal. Me parece mejor que haya relación entre personas del mismo sexo
que se quieren, a que les obliguen a casarse por conveniencia y que luego las
castiguen lapidándolas por haber sido infieles, como ocurre en
interpretaciones extremistas del yihadismo islámico.
En conclusión, aquí cada uno tiene sus propios gustos y
circunstancias. Vive y deja vivir, respeta y lucha por que te respeten.
Isabel Cabañas Bógalo 4ºA