Buenas, a raíz del video que vimos el último día y en relación también con otras entradas sobre el texto que comentamos en clase sobre la tribu de los Papalagi, he decidido hacer una entrada sobre los bosquimanos, una tribu que actualmente sigue comportándose como tal.
Bien, a parte de bosquimanos, que significa "hombre del bosque", también son llamados san, basarawa o sho este conjunto de pueblos africanos, tradicionalmente cazadores-recolectores. Hay 100.000 bosquimanos en Botsuana, Namibia, Sudáfrica y Angola, aunque la mayor parte ellos vive dispersa en el desierto del Kalahari. Han vivido allí durante decenas de miles de años, conocido como el pueblo vivo más antiguo de la Tierra.
Bien, a parte de bosquimanos, que significa "hombre del bosque", también son llamados san, basarawa o sho este conjunto de pueblos africanos, tradicionalmente cazadores-recolectores. Hay 100.000 bosquimanos en Botsuana, Namibia, Sudáfrica y Angola, aunque la mayor parte ellos vive dispersa en el desierto del Kalahari. Han vivido allí durante decenas de miles de años, conocido como el pueblo vivo más antiguo de la Tierra.
Han subsistido hasta nuestros días mediante la caza de antílopes y otros
animales y la recolección de frutos, semillas y tubérculos del bosque y del
desierto. Casi no existen bosquimanos hoy en día que vivan tan sólo de la caza
y la recolección, sino que la mayoría viven como pastores, trabajando gratis a
cambio de alimentos, o cobran salarios mínimos como jornaleros, criados o en
asentamientos del gobierno, y la gran parte de ellos actualmente viven en la
pobreza, víctimas del alcoholismo, la depresión y de enfermedades como la
tuberculosis y el SIDA. Con lo cual, la
idea de los bosquimanos como cazadores de la Edad de Piedra, cazando
libremente en el desierto, está lejos de lo que sucede realmente.
En el centro de Botsuana se encuentra la Reserva de Caza
del Kalahari Central, que fue creada para protegerlos. Esta reserva está en el
centro de la zona de producción de diamantes más rica del mundo. A comienzos de la década de los años ochenta, ministros
del Gobierno se trasladaron al lugar para desalojar a los bosquimanos de sus
hogares a causa de este hallazgo. Más adelante, en 1997, 2002 y 2005 se
realizaron oros tres grandes desalojos en los que se expulsó a casi todos los
bosquimanos, por medio de amenazas y llevándoselos en camiones. Los que no
han regresado a la reserva viven ahora en
campos de reasentamiento, por lo tanto, rara vez pueden cazar y, cuando
intentan hacerlo, son detenidos. De este modo, sus verdaderas sociedades y su
particular modo de vida están siendo pues destruidos, como he dicho antes.
El turismo es el mercado más importante de Botsuana, por
detrás de los diamante, y La Oficina de
Turismo del país ha abierto un alojamiento turístico dentro de la reserva, sin
tener en cuenta ninguno de los derechos
de los bosquimanos, así encontramos que mientras los bosquimanos de los alrededores tienen
problemas para encontrar agua para sobrevivir en sus tierras, los clientes del
alojamiento pueden tomar un cóctel junto a la piscina del campamento.
En muchas ocasiones, los bosquimanos han llevado a los tribunales
su injusta situación:
-En 2002, llevaron a juicio al Gobierno por expulsarlos ilegalmente.
A pesar de que los bosquimanos son los ciudadanos más pobres de Botsuana, el
caso se convirtió en el más caro y largo de la historia del país, durando unos
cuatro años. Gordon Bennett, un abogado británico, los representó; y
finalmente, los bosquimanos obtuvieron una victoria histórica. Los jueces determinaron
que la expulsión era “ilegal e inconstitucional”, y que tenían derecho a vivir
dentro de la reserva y a cazar y
recolectar dentro de ella. Aún así, el Gobierno
anunció rápidamente que no aceptaría la sentencia, y desde entonces ha hecho todo lo posible para
entorpecerla. Además, en el último momento se impidió el acceso a Botsuana del
abogado de los bosquimanos, y el caso fue desestimado. Así los bosquimanos se
han quedado ahora sin el representante legal que habían elegido, lo que es un
absoluto quebrantamiento de la normativa internacional. Los jueces describieron
la situación de los bosquimanos como “una desgarradora historia de sufrimiento
humano y desesperación”.
-Cuatro años después, en 2006, a pesar de ganar en los
tribunales en 2002, el Gobierno seguía sin respetar sus leyes e hizo todo lo
posible para impedir su regreso al desierto del Kalahari, como cerrar su único
pozo de agua. Su política consiste en intimidar y asustar a los bosquimanos
para que se queden en los campos de reasentamiento, en vez de en su verdadera
tierra para así poder aprovecharla para la extracción de diamantes y el turismo, como
he dicho antes. Hay una página web en la que se pueden dar donativos para ayudarlos, con esto vemos que el dilema por la zona central del Kalahari todavía sigue abierto.
Para acabar, opino que es una verdadera injusticia la situación actual de los bosquimanos. Es obvio que el mundo ha evolucionado y podríamos pensar que no hay hueco para ellos, con lo cual se podrían plantear dos opciones: o bien introducirles en esta sociedad capitalista tan compleja, (lo cual, en mi opinión, sería un poco difícil porque hay verdaderas diferencias entre su estilo de vida y el nuestro) o la segunda opción, dejarles en paz en su pequeña reserva en el Kalahari, puesto que no hacen mal a nadie y por encima del dinero y el interés económico que quiere exprimir el Gobierno de Botsuana en su tierra, están los derechos de las personas… y al fin y al cabo, ¿no les pertenece la tierra en la que han habitado desde hace miles de años?
Gordon Bennett |
Para acabar, opino que es una verdadera injusticia la situación actual de los bosquimanos. Es obvio que el mundo ha evolucionado y podríamos pensar que no hay hueco para ellos, con lo cual se podrían plantear dos opciones: o bien introducirles en esta sociedad capitalista tan compleja, (lo cual, en mi opinión, sería un poco difícil porque hay verdaderas diferencias entre su estilo de vida y el nuestro) o la segunda opción, dejarles en paz en su pequeña reserva en el Kalahari, puesto que no hacen mal a nadie y por encima del dinero y el interés económico que quiere exprimir el Gobierno de Botsuana en su tierra, están los derechos de las personas… y al fin y al cabo, ¿no les pertenece la tierra en la que han habitado desde hace miles de años?
Javier Caballero Plaza