Este es el blog de los alumnos de 4ºA-Historia, del IES Hernán Pérez del Pulgar, Ciudad Real, cuyo profesor es Agustín Ciudad.

lunes, 23 de febrero de 2015

``Adiós a Don Carnal, bienvenida a Doña Cuaresma´´



Origen
La costumbre de enterrar la sardina nació hace tres siglos en Madrid durante las fiestas que se celebraban para anteceder a la Cuaresma
Tal día como hoy se reunía la gente en el campo y lo que se enterraba, en efecto y como reclama la lógica, no era un pez, sino un cerdo abierto en canal al que se llamaba cernida. La tradición se fue extendiendo por otros pueblos del el país, cernida acabó en sardina.

                    
¿Por qué se hace?
El entierro de la sardina es una manera simbólica de despedir el carnaval. Históricamente ha simbolizado el fin del desenfreno y del vicio que se asociaban a esta fiesta. Al enterrar la sardina lo que se pretendía era enterrar los vicios y los pecados cometidos durante las celebraciones y así empezar de cero coincidiendo con el inicio de la cuaresma. Hoy en día se mantiene la costumbre de despedir el carnaval enterrando la sardina, aunque ya ha perdido el significado redentor del que gozó en el pasado.     

¿En que consiste?    
 El entierro de la sardina no es más que un desfile por las calles de una ciudad en el que la gente se disfraza y baila haciendo que llora y lamenta la muerte del pez. Generalmente lo que se hace es construir una gran sardina que se sitúa al frente de una procesión metida en un ataúd. Ésta se compone de un nutrido grupo de personajes de todo tipo (viudas, viudos, sacerdotes, etc.) que llora y lamenta la muerte del pez mientras discurre por las calles de una ciudad.                  

                                                                                             FIDEN MARQUEZ 


1 comentario:

  1. No se si tomarme bien o mal esa celebracion, por el lado bueno esta el que al animal le han dado un entierro digno, pero por el lado malo, el tipo de muerte no es precisamente natural,¡Que lo han abierto en canal!

    ResponderEliminar