Durante la Segunda Guerra Mundial, el Ejército Imperial Japonés desarrolló un programa encubierto de investigación de armas biológicas y llevó a cabo infames experimentos sobre varias poblaciones chinas, en especial, sobre Manchuria y Pekín.
Poco después, los japoneses bombardearon Pearl Harbor y los estadounidenses se dieron cuenta de que el riesgo era real, de que su territorio podía ser atacado no solo con armas de fuego, sino también, con armas químicas como las que se utilizaron sobre China.
Buscando la seguridad nacional, el gobierno de los Estados Unidos distribuyó máscaras de gas a la población de Hawái, pero estas máscaras estaban hechas para un adulto y no sólo que no se ajustan a las caras de los niños, sino que eran mascaras que causaban pánico entre los pequeños, lo que hacía aún más difícil que un niño se la ponga. La solución no tardó en llegar: se aprovechó la simpatía que los niños sentían por Mickey Mouse y se fabricaron mascaras de gas infantiles, con el rostro del ratón.
Fiden Marquez Tejada
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