Siempre, cuando hablamos de historia y de guerras, nos viene
a la mente el nombre de esos grandes generales, líderes y emperadores que
lucharon y conquistaron tierras y poder en las batallas. Todos nos acordamos de
Franco, de Los Reyes Católicos, de Stalin, de Napoleón, de Mussolini, de
Hitler,… y así muchísimos más. Pero, como dice Agustín, la realidad es que
nadie se acuerda de los verdaderos héroes, de los que de verdad participaron
en las batallas y guerras, de esos infelices civiles que eran los que se
jugaban la vida realmente.
Y esto es cierto, señores. Las guerras han existido siempre,
desde que nació el hombre, surgió el conflicto y la guerra. Pero nunca los
soldados han tenido derechos. Muchas veces eran los esclavos los que salían
obligados al campo de batalla. Y es que muy poca gente va voluntariamente a la
guerra, ya que es un encuentro directo con la muerte. Además, la mejor muerte
puede ser de un tiro, ya que puedes morir por desangramiento, de hambre y sed o
lo peor, capturado y torturado por el bando rival. Muy pocos volvían a su casa, y los que lo hacían, llevaban consigo marcas para toda la vida:
Y como no, la población no estaba de acuerdo. Como ejemplo
está el caso de la Semana Trágica de Barcelona, una revuelta en 1909 que
sucedió (entre otras causas) porque los campesinos y la gente pobre tenían que alistarse
obligatoriamente para la guerra de Marruecos. Pero claro, siempre está la
excepción de los ricos, que pagaban para que sus familiares no fueran a una
muerte casi segura. Esto ocasionó que las clases obreras salieran a las calles a
protestar violentamente.
Eh, y no nos olvidemos que hasta hace muy poco tiempo, todos
los hombres iban a la “mili” de jóvenes obligatoriamente en España, y mucha
gente no es que conserve buenos recuerdos de aquellos tiempos.
¿Que qué opino yo de su situación? Creo que nadie puede tener una opinión a
favor de esto. Aparte de que las guerras sean una salvajada y que algunas veces
se hagan hasta sin justificación coherente, me parece muy injusto que se lleven el mérito los peces
gordos y dejen a los guerreros sin compensación alguna, o directamente sin
vida. Sólo algunos tienen su homenaje o su lugar para que sus familiares puedan
recordarlos, como vimos en nuestra visita al Cementerio de Ciudad Real y que cuenta Isabel en su entrada. Así que cuando estudiéis un personaje histórico, recordad que sólo es el "representante" y que hay muchas muertes detrás de él de personas que deberían ser más importantes.
Elena Hervás Martín
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